Raspberry Pi 4 (2019–2023): potencia, versatilidad y revolución en el mundo maker

La Raspberry Pi 4 representó el salto generacional más ambicioso en la historia del ecosistema Raspberry. Lanzada en junio de 2019, esta versión rompió las limitaciones de las generaciones anteriores y transformó a la Raspberry Pi de una computadora educativa básica en una plataforma real de desarrollo, automatización y creación tecnológica. Por primera vez, era posible ejecutar entornos de escritorio completos, procesar video en 4K, trabajar con inteligencia artificial ligera y construir sistemas embebidos de alto rendimiento.

Diseñada para makers, programadores y entusiastas del hardware, la Raspberry Pi 4 Model B ofrecía una mejora masiva en CPU, memoria, conectividad y almacenamiento, manteniendo el mismo formato compacto que la comunidad ya conocía y amaba. Fue la primera en ofrecer versiones con 1 GB, 2 GB, 4 GB y hasta 8 GB de RAM, lo que la hizo adaptable a proyectos de distinta escala: desde simples automatizaciones hasta estaciones de trabajo portátiles o servidores domésticos.

Arquitectura y procesador Broadcom BCM2711

En el corazón de la Raspberry Pi 4 se encuentra el SoC Broadcom BCM2711, con un procesador ARM Cortex-A72 de cuatro núcleos a 1.5 GHz. Este salto a una arquitectura de 64 bits permitió ejecutar software más moderno y aprovechar mejor la multitarea. La GPU integrada VideoCore VI trajo compatibilidad con decodificación HEVC y soporte para dos salidas micro HDMI 4K simultáneas, una función inédita en la línea.

Esta capacidad gráfica, combinada con el nuevo controlador USB 3.0 y el puerto Gigabit Ethernet nativo, transformó a la Pi 4 en una opción viable para centros multimedia, sistemas de vigilancia, servidores NAS y estaciones de trabajo ligeras. A nivel térmico, su rendimiento sostenido también mejoró gracias a un rediseño del subsistema de energía y al soporte de refrigeración activa mediante ventiladores o carcasas con disipadores metálicos.

Especificaciones técnicas destacadas

  • Procesador Broadcom BCM2711 (ARM Cortex-A72 quad-core a 1.5 GHz, 64 bits)
  • Memoria RAM LPDDR4 disponible en versiones de 1 GB, 2 GB, 4 GB y 8 GB
  • 2 salidas micro HDMI, con soporte para video 4K dual
  • Gigabit Ethernet nativo sin limitaciones por bus USB
  • 2 puertos USB 3.0 y 2 puertos USB 2.0
  • Wi-Fi 802.11ac de doble banda y Bluetooth 5.0
  • GPIO de 40 pines compatible con generaciones anteriores
  • Alimentación USB-C (5V/3A) con soporte para encendido más estable
  • Ranura microSD UHS-I, con velocidades de lectura y escritura muy superiores a la Pi 3

Estas características consolidaron a la Raspberry Pi 4 como una placa verdaderamente híbrida: lo suficientemente potente para usarla como un ordenador personal, pero lo bastante flexible y eficiente para integrarla en proyectos embebidos o industriales.

Enfoque maker: más posibilidades, menos límites

Desde su lanzamiento, la Raspberry Pi 4 redefinió el ecosistema maker. La potencia extra de su CPU y los 8 GB de RAM disponibles abrieron un abanico de posibilidades impensadas con versiones anteriores. Muchos creadores comenzaron a utilizarla como base para proyectos complejos que combinaban software avanzado con control electrónico a bajo nivel.

Uno de los usos más populares fue su integración en impresoras 3D, donde la Pi 4 se convirtió en el cerebro de plataformas como OctoPrint, gestionando la interfaz web, la cámara y la cola de impresión con fluidez. También fue la opción preferida para construir servidores multimedia domésticos usando Plex, Jellyfin o Kodi, capaces de reproducir video 4K y transmitir contenido en red local sin interrupciones.

En robótica, la potencia de la Raspberry Pi 4 permitió el uso de frameworks más exigentes como ROS (Robot Operating System), visión artificial con OpenCV, o modelos de aprendizaje automático ejecutados localmente con TensorFlow Lite. Gracias a su conectividad USB 3.0, fue posible conectar cámaras de alta resolución, sensores LIDAR o tarjetas aceleradoras como Google Coral USB Edge TPU, impulsando el desarrollo de robots autónomos y dispositivos inteligentes.

Proyectos destacados de la comunidad maker

  • Centro multimedia 4K con Kodi y Raspberry Pi OS, capaz de manejar bibliotecas grandes y salida dual HDMI.
  • Servidor casero NAS con discos externos USB 3.0 y sistema OpenMediaVault, ofreciendo velocidades superiores a 100 MB/s.
  • Cluster de cómputo con varias Raspberry Pi 4 enlazadas mediante Gigabit Ethernet para ejecutar simulaciones o contenedores Docker.
  • Estación de IA en el borde (edge computing) con TensorFlow Lite o Coral TPU, aplicando reconocimiento facial, clasificación de imágenes o detección de movimiento en tiempo real.
  • Estación meteorológica avanzada, con sensores ambientales conectados al GPIO y un dashboard web local.
  • Panel de control IoT con Node-RED y Mosquitto MQTT, integrando dispositivos inteligentes domésticos.
  • Consola retro de emulación avanzada, con RetroPie o Batocera, capaz de ejecutar títulos de PS1, Dreamcast y N64 sin problemas.

Estos ejemplos reflejan cómo la Raspberry Pi 4 se consolidó como la primera versión verdaderamente versátil, capaz de actuar como computadora personal, nodo IoT, servidor o cerebro robótico con un solo dispositivo.

Raspberry Pi 4 A (edición limitada)

Aunque menos conocida, la Raspberry Pi 4 Model A fue una versión más compacta y con un puerto USB menos, destinada a integradores industriales y proyectos con espacio restringido. Ofrecía el mismo procesador BCM2711, pero prescindía de algunos puertos para reducir el consumo energético y el tamaño físico. Fue una opción interesante para productos comerciales personalizados, como quioscos, paneles de control o sistemas embebidos.

Impacto y legado

La Raspberry Pi 4 fue el modelo que consolidó la transición definitiva de la Raspberry Pi de un juguete educativo a una herramienta profesional. Su potencia, conectividad y soporte de software la hicieron adoptada por empresas, desarrolladores e instituciones educativas de todo el mundo.

Para los makers, significó libertad: por fin podían ejecutar aplicaciones reales, servidores complejos, simulaciones 3D y sistemas de inteligencia artificial directamente sobre una placa del tamaño de una tarjeta de crédito.

El legado de la Raspberry Pi 4 se mide no solo por su rendimiento, sino por cómo expandió la creatividad y las ambiciones de toda la comunidad maker. Fue el modelo que demostró que un dispositivo accesible podía competir en tareas serias, y el punto de partida de la generación más avanzada: la Raspberry Pi 5.

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